psicologia camino al exito

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- Ataque de Pánico -

 

 

¿Qué son los ataques de pánico? ¿Cuál es la diferencia entre fobia y ataque de pánico?

 

Un ataque de pánico es un eclosión súbita, abrumadora y aguda de miedo con intensas manifestaciones somáticas, y un sesgo cognoscitivo catastrófico.

 

Puede ser diurno o nocturno, y su duración no sobrepasa la media hora. La prevalencia del trastorno en la población es de un 1,5 % a 2 %. Afecta 2 a 3 veces más a las mujeres. No han sido identificados factores de riesgo socioeconómicos o étnicos significativos. La edad de inicio se sitúa entre los 20 a 40 años. Suele ser de evolución crónica, pero fluctuante, no obstante su cronicidad es de pronóstico favorable: recientes investigaciones indican que sólo el 10-20% de los pacientes sufriría la enfermedad con importante deterioro funcional.

 

De acuerdo al DSM IV, el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales,

de la Asociación Norteamericana de Psiquiatría, una Crisis de Angustia, “Panic atack” o Ataque de Pánico se define por la:

 

“Aparición temporal y aislada de miedo o malestar intensos, acompañada de cuatro (o más) de los siguientes síntomas, que se inician bruscamente y alcanzan su máxima expresión en los primeros 10 min:

 

1. palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardíaca

2. sudoración

3. temblores o sacudidas

4. sensación de ahogo o falta de aliento

5. sensación de atragantarse

6. opresión o malestar torácico

7. náuseas o molestias abdominales

8. inestabilidad, mareo o desmayo

9. desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (estar separado de uno mismo)

10. miedo a perder el control o volverse loco

11. miedo a morir

12. parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo)

13. escalofríos o sofocaciones”

 

Puede presentarse con o sin agorafobia, siendo esta: “ansiedad al encontrarse en lugares o situaciones donde escapar puede resultar difícil (o embarazoso) o donde, en el caso de aparecer una crisis de angustia inesperada o más o menos relacionada con una situación, o bien síntomas similares a la angustia, puede no disponerse de ayuda. Los temores agorafóbicos suelen estar relacionados con un conjunto de situaciones características, entre las que se incluyen estar solo fuera de casa; mezclarse con la gente o hacer cola; pasar por un puente, o viajar en autobús, tren o automóvil.”

 

Una fobia es, también de acuerdo al mencionado Manual un:

 

“Temor acusado y persistente que es excesivo o irracional, desencadenado por la presencia o anticipación de un objeto o situación específicos (p. ej., volar, precipicios, animales, administración de inyecciones, visión de sangre). La exposición al estímulo fóbico provoca casi invariablemente una respuesta inmediata de ansiedad, que puede tomar la forma de una crisis de angustia situacional o más o menos relacionada con una situación determinada.

 

De acuerdo a este mismo Manual, Ataque de pánico y Fobias integran los denominados Trastornos de Ansiedad, junto al Trastorno Obsesivo Compulsivo, Trastorno por Estrés Postraumático, Trastorno por Estrés Agudo, Trastorno de Ansiedad Generalizada, Trastornos de Ansiedad debido a enfermedad médica, o inducido por sustancias.

 

-¿En qué situaciones se "dispara" un ataque de pánico?

 

Los primeros episodios irrumpen en cualquier momento, sin motivo desencadenante conocido, o específico. Subsiguientes ataques pueden aparecer vinculados a determinadas situaciones “precipitantes”.

 

- ¿Qué comportamientos genera?

 

Medidas evitativas, de reaseguro, preventivas, que tienen por objeto mantenerse a resguardo o contar con ayuda en caso de presentarse un ataque, llevando esto hasta severos grados de incapacitación funcional y dependencia de otros.

 

- Según tu experiencia ¿las personas que inician terapia por este tema, previamente fueron derivadas por el médico o consultan espontáneamente?

 

En mi experiencia es realmente muy variada la forma de consulta del paciente que presenta ataque de pánico.

Con la difusión de las terapias Congnitivo-comportamentales consulta el paciente que se acerca ya con alguna idea sobre el tipo de tratamiento que busca, sea porque conoce esta terapia, o porque pudo observar la remisión sintomática en algún conocido. Es este el paciente que acude espontáneamente.

 

Se presenta también en el consultorio quien fue derivado por el clínico que lo atendió en la guardia.

 

Otras veces solicitan terapia de pareja, o individual, planteando otros motivos de consulta, a medida que avanza el tratamiento hacen mención al mismo.

 

Otras veces viene el paciente a terapia traído por un allegado.

 

Y también he atendido pacientes que han solicitado terapia y -habiendo sido diagnosticados con Trastorno de Pánico años atrás sin tratar- no lo plantearon como motivo de consulta.

 

- ¿Cómo puede ayudar el tratamiento terapéutico?

 

El tratamiento cognitivo-comportamental ayuda primero a través de la psicoeducación, se le explica al paciente las características del trastorno: las sensaciones corporales que presenta son inofensivas por completo, NADIE HA MUERTO, NI HA TENIDO UN PARO CARDÍACO, NI SE HA VUELTO LOCO de un ataque de pánico. Es la interpretación distorsionada, catastrófica, que tiene el paciente de ciertas sensaciones físicas las que mantienen al mismo.

 

En la siguiente etapa del tratamiento se trabaja con el objetivo de alcanzar la llamada “reestructuración cognitiva” de las creencias que el paciente tiene de sus síntomas: aprender a conocer, detectar y transformar esas interpretaciones catastróficas de señales somáticas inofensivas.

 

Se trabajan también técnicas de relajación y control respiratorio, hasta la etapa de exposición a las situaciones que fueron evitándose.

 

El tratamiento Congnitivo-conductual es el único que se encuentra validado científicamente. Destaco la remarcable importancia de la validación científica de los tratamientos, sin dejar de resaltar que muchos profesionales, con orientaciones tales como la Terapia Sistémica, Gestáltica o Psicoanalítica llevan adelante tratamientos que son eficaces también, aunque carezcan aún de validación científica.

 

En mi experiencia, el abordaje Cognitivo-comportamental es la primera aproximación al tratamiento. En ninguno de los casos atendidos en mi consultorio este ha sido suficiente, ya que quienes lo padecen suelen ser personalidades que presentan rasgos como infantilismo o dependencias. Suelen ser personas sobreadaptadas y exigentes. Tienden a buscar desmesuradamente ser aprobadas y agradar. No saben decir no, confrontar, ni afrontar. Presentan problemáticas vinculares. Sumado a esto es un trastorno que suele presentarse con alta comorbilidad ya sea con otros Trastornos de Ansiedad, con Trastornos del Estado de Ánimo, o con Trastornos de Personalidad, por lo que un solo encuadre psicoterapéutico ha resultado insuficiente en la mayor parte de los pacientes que he tratado. Complemento el tratamiento Cognitivo-comportamental con abordaje Sistémico, el empleo de Técnicas vivenciales, y de imaginería de la Terapia Gestáltica, los que resultan de mucha utilidad.

 

- ¿Sirve la medicación? ¿Se tiene que tomar durante toda la vida?

 

La medicación es un recurso en la mayor parte de los casos necesaria, eficaz y complementaria del tratamiento psicoterapéutico. Así como hay pacientes que optan sólo por el tratamiento psicofarmacológico y desestiman la psicoterapia, hay pacientes que son muy resistentes a la psicofarmacología, por lo tanto, la elección de la estrategia terapéutica que combine ambos tratamientos depende de ésto, y de la gravedad sintomática, cronicidad del cuadro, y de si se presenta con o sin comorbilidad.

 

Toma medicación de por vida el paciente que presenta un cuadro de considerable gravedad, cronicidad, con alta comorbilidad y severo deterioro funcional. Con un buen tratamiento psicoterapéutico, que facilite una “reestructuración cognitiva” de los factores mantenedores del cuadro, se alcanza la remisión sintomática, por lo tanto no se prolonga la medicación una vez que el paciente tiene el alta.

 

En mi experiencia, con pacientes diagnosticados sólo con Trastorno por pánico (con o sin agorafobia) el tratamiento psicofarmacológico suele prolongarse un período aproximado que va de 6, 8 a 12 meses, dependiendo del caso.

Los psicofármacos de elección son antidepresivos y benzodiacepinas. Y la medicación es prescripta y controlada únicamente por el médico Psiquiatra.

 

- ¿Cada vez son más frecuentes o siempre existieron y antes no los podíamos identificar?

 

Los ataques de pánico comenzaron a cobrar lugar en la literatura psiquiátrica ya desde la Guerra Civil Norteamericana, en 1860. En 1895, Freud, acuña el término “neurosis de angustia” cuyos síntomas eran “irritabilidad general, expectativa angustiada, vértigo, parestesias, espasmos cardíacos, sudoración y dificultad respiratoria”, es decir que fenomenológicamente se presentaba de manera muy similar a la tipificación que adquiere en la década del ’80 con la aparición del DSM III.

 

Es un trastorno que “tiene prensa” en nuestro país desde la década de los ’90 aproximadamente. Posiblemente esto facilitó que se haya “visibilizado” lo que antes era “innominado”.

 

- ¿Tienen relación con la sociedad o los tiempos en los que vivimos?

 

Así como desde fin del Siglo XIX se empieza a describir el trastorno, el mismo es observado en culturas muy disímiles de la nuestra, y presenta variaciones clínicas y de prevalencia, así, en la Clínica Universitaria de Kuala Lumpur es más numeroso en chinos que en malayos. En 1967 se describió una epidemia de angustia en Singapur. Es denominado como “koro” en el sudesteasiático, “susto” en América del Sur, como “jiryan” en Pakistán. Se trata en estos casos de una variedad de síndromes ansiosos cuya expresión clínica presenta peculiaridades dependientes de variaciones culturales. (1)

 

En relación a nuestra sociedad opino que todo deterioro social conlleva descensos severos en los parámetros de salud de la población. Es estricta opinión de esta profesional considerar que a partir de la ferocidad del neoliberalismo devastador que arrasó nuestro país a partir a partir de los ’90 es que actualmente nos encontramos en estado de emergencia sanitaria: no sólo aumentan las patologías, sino que las mismas agravan su forma de presentación y posibilidad de tratamiento ya que el paciente viene con complicaciones que exceden lo estrictamente Psicológico, Psiquiátrico o Médico.

 

- ¿Cómo puede acompañar y contener el entorno familiar a una persona que tiene ataques de pánico?

 

Desde los trabajos clásicos sobre Trastornos de Ansiedad hasta las investigaciones recientes, se señala una predisposición genética al trastorno (2), por lo tanto se trataría de pacientes que viven en un “clima familiar ansiógeno”, por ello es importante que el profesional convoque a entrevistas psicoeducativas con sus allegados.

 

Si bien un clima de tranquilidad, buena convivencia, diálogo, respeto, escucha genuina, no resuelven la sintomatología del trastorno, descomprimen el clima cotidiano de convivencia, que de lo contrario tensa más, genera más miedos y ansiedad.
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