psicologia camino al exito
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¿Qué dicen los tics? Casi todas las personas tienen algún tic, un gesto que repiten de forma inconsciente. No tienen porqué acarrear ningún problema ni necesariamente esconden alteraciones físicas o psíquicas. Pero esto no quiere decir que estén vacíos de significado. Estos tics son formas de expresarce y de relajarce. Y es posible interpretarlos, afirman los especilaistas. Algunos significados: 1 . Morder el bolígrafo o el lápiz 2 . Juega con las gafas. 3 . Se acaricia la barbilla. 4 . Ondularse el pelo con los dedos o con un bolígrafo. Morder el bolígrafo o el lápiz El significado de este gesto tan habitual depende de la intensidad con que se realiza. Si simplemente se acerca el bolígrafo a la boca y lo roza con los labios puede significar que intenta confirmar una idea o un argumento, es un modo de reafirmar la confianza en usted mismo. En cambio, si literalmente devora el bolígrafo, lo deforma y lo destroza denota un importante estado nervioso. Juega con las gafas. ¿Se quita constantemente las gafas, las mordisquea o juega con los tornillitos que juntan las varillas? Es un gesto indudable que intenta reafirmar la autoestima y la confianza. Además, desprenderse de las gafas puede ser interpretado también como un indicio de seducción, ya que sin gafas los ojos quedan libres para hablar de los sentimientos. Se muerde los labios o la piel que rodea las uñas. Seguramente está nervioso o alterado por alguna causa externa o interna. Suele denotar una cierta inseguridad y falta de confianza. Se acaricia la barbilla. Seguramente lo hace cuando está indeciso y debe elegir definitivamente. Está completamente concentrado y centrado únicamente en sus razonamientos internos. Lo más probable es que las personas que pasan los dedos sobre la barbilla mientras conversan con otros no estén prestando la máxima atención a las palabras de su interlocutor. Ondularse el pelo Se interpreta habitualmente como un indicio de seducción femenina, aunque en muchas ocasiones este gesto es tan mecánico y rutinario que carece de un significado inmediato.Quizá las personas que lo realizan de forma recurrente sean unas seductoras natas. ¿Se muerde las uñas? El hábito de morderse las uñas es una conducta involuntaria que se presenta tanto en niños como en adultos. Con frecuencia, el hábito de morderse las uñas consiste en un simple acto de imitación adquirido durante la infancia. Aunque suele relacionarse con sentimientos de angustia, inquietud, nerviosismo o aburrimiento, no hay una relación directa entre la adquisición de esta conducta y estos estados de ánimo. Sin embargo, se relaciona con ellos porque, normalmente, este tic suele repetirse en situaciones de estrés, nerviosismo, ansiedad, insatisfacción personal, etc. Cinco pasos para evitar morderse las uñas Decir a alguien “ten fuerza de voluntad” es fácil, llevarlo a la práctica es lo difícil. Mayoritariamente es complejo saber qué es tener fuerza de voluntad porque no se concreta qué conlleva o porque una vez descubierto, no se aplica. Sea consciente de que esta manía es un problema Morderse las uñas tiene una relación directa y constante con el medio, es vehículo de transmisión de infecciones. Utilizar los dientes como corta uñas hace que sus piezas dentales acaben dañadas, la apariencia de sus manos y dedos se verá afectada estéticamente. Realice un registro de conductas ha evitar Analizar por qué o qué situaciones provocan el hábito y buscar métodos para evitarlo. Métase las manos en los bolsillos, manténgalas ocupadas constantemente o cierre los puños en caso de no tener nada a mano para agarrar. Tenga en cuenta que sus impulsos se multiplicarán cuando observe esta conducta en otros. Pida la colaboración de las personas de su entorno. Haga saber a los que le rodean que desea abandonar este hábito y que está luchando contra este vicio. Así le podrán dar un toque de atención cuando sucumba a la tentación. Utilice todos los métodos a su alcance Aunque menos eficaz que lo anterior, otra de las cosas a hacer para disminuir la frecuencia de realizar la mala costumbre, puede ser el utilizar pinta uñas de sabor amargo. Se suele recomendar llevar a mano una lima que sirva para eliminar las imperfecciones de los dedos, y así tener un instrumento optativo a los dientes para mejorar el aspecto de las uñas. Haga caso a las recomendaciones de los especialistas Algunos autores aseguran que el mejor tratamiento es no hacer nada contra el hábito ya que éste puede desaparecer por sí sólo. De hecho, es lo más habitual. De cualquier forma, este consejo no es válido para los adultos, en los que ya se habrá demostrado que el hábito no remite por sí solo. Los especialistas que abogan por el conductismo, afirman que el mejor método es enviarse auto instrucciones para lograr un mayor control de la situación. Guiar la conducta mediante un autodiálogo interior (¡No se muerda las uñas! o Hoy he logrado no mordérmelas: ¡soy el mejor!) puede ayudar a disminuir la frecuencia del hábito. Técnicas de modificación de conducta Todas las conductas se aprenden y se pueden enseñar. De la misma manera, las conductas mal aprendidas se pueden desaprender y, por tanto, modificar o eliminar. Este es el fundamento de un tipo de psicoterapia denominada conductual. Este enfoque de tratamiento terapéutico, se centra exclusivamente en el comportamiento de la persona. El conductismo sostiene que todas las conductas que se han aprendido pueden modificarse mediante la experiencia. ¿En qué se basa? En que los comportamientos no son innatos sino que se aprenden, por lo tanto, se pueden enseñar conductas buenas. Y si se han mal aprendido también se pueden dar nuevos procesos de aprendizaje y desaprendizaje. La extinción se basa en la disminución gradual de una conducta cuando se evita el estímulo que la provoca. La recuperación espontánea de una conducta se refiere a la reaparición de una respuesta condicionada (comer) tras una pausa de descanso (hacer dieta) al retirar el estímulo (comida). Siguiendo el mismo ejemplo, en la persona anoréxica o bulímica, tras estar durante un periodo de tiempo haciendo una dieta restrictiva el hambre volvería provocando atracones incontrolados de comida. La discriminación hace alusión a la capacidad de distinguir entre el estímulo que le incita a comportarse de una determinada manera con otros estímulos similares. En este sentido, es fundamental que una sea capaz de distinguir los estímulos que elicitan los atracones incontrolados. ¿Qué técnicas utiliza? La terapia de conducta se apoya en el Condicionnamiento clásico de Pavlov y en el Condicionamiento operante de Skinner. Ambas posturas se basan en el refuerzo. Son hechos que incrementan la probabilidad de que un determinado comportamiento se dé en el futuro. Por lo tanto, no cabe duda que para que se consiga con éxito un determinado comportamiento hay que saber manejar los refuerzos. En cambio, si la conducta no se repite es que se ha aplicado un castigo. Los reforzadores pueden ser positivos y negativos. Se denomina refuerzo positivo cuando la consecuencia se traduce como gratificante con significado de recompensa. Y cuando la conducta se incrementa por la eliminación de un estímulo doloroso se denomina reforzamiento negativo Reforzador positivo Es una técnica de refuerzo positivo y consiste en el empleo de fichas de diversos colores con diferentes valores numéricos. Éstas se pueden cambiar por otras de mayor puntuaje. Conseguir cada vez mayores puntos proporcionará al paciente mayores niveles de gratificación. Reforzador negativo Las terapias basadas en la exposición al estímulo. Se basan en la técnica del refuerzo negativo. Consisten en la exposición del estímulo que provoca una conducta indeseada de manera lenta, gradual, breve y con mínima tensión acompañándole del uso de técnicas de relajación. ¿En qué casos se aplica? Son múltiples las aplicaciones de esta técnica tanto en el terreno educativo como en el campo de la neurosis y de la psicosis. Sin embargo, en este último no cura el trastorno sino que ayuda a modificar algunos hábitos inapropiados de esta enfermedad. En torno a este enfoque de tratamiento terapéutico es conveniente destacar que la mayoría de los psicólogos no están conformes con esta postura porque sostienen que además de poder cambiar las acciones observables también se pueden modificar aspectos no observables como son los pensamientos... .. LA ANSIEDAD La ansiedad junto con el estrés se ha convertido en una de las manifestaciones más claras de las demandas del ritmo de vida que llevan las personas. La ansiedad es un estado emocional caracterizado por sentimientos de temor, tensión y sufrimiento ante un peligro real o imaginario que se supone va a suceder. Es posible que la gente haya experimentado ansiedad en alguna ocasión ante un examen, entrevistas de trabajo, alguna cita importante, situaciones conflictivas, inesperadas, etc. Puede tratarse de momentos puntuales de los que, de algún modo, hemos conseguido salir, o es posible que la ansiedad perdure y llegue a dominarnos de tal forma que nos impida llevar una vida normal. ¿A quiénes afecta? La ansiedad se apodera especialmente de esas personas que afrontan la vida con miedo, que están continuamente buscando seguridad y estabilidad. Pretenden dominar todos los aspectos de su vida y en el momento en que surgen imprevistos, problemas o cambios de planes, es cuando aparecen estos síntomas. Se ha demostrado que los seres humanos experimentan menos tensión cuando sienten que controlan las situaciones y cuando las tensiones son predecibles y se ve la posibilidad de una solución. Aunque todas las personas muestran ciertos niveles de ansiedad ante determinadas situaciones, la forma de reaccionar varía de unos a otros, es decir, en igualdad de circunstancias, cada uno responde de diferente forma. Lo que a unos le produce ansiedad a otros los deja indiferentes. Las respuestas a determinados sucesos dependen de los pensamientos y apreciaciones que el sujeto haga de esa situación. Tipos Trastornos de ansiedad generalizada, cuya característica esencial es una ansiedad persistente, que no está limitada ni predomina en ninguna circunstancia ambiental. Lo más frecuente en el individuo son quejas de sentirse constantemente nervioso, irritable, con sudoración, respiración acelerada, temblor, dificultad para relajarse, intranquilidad, anticipación de desgracias para uno o para los demás, preocupación excesiva por el futuro, descenso en las habilidades sociales, no saber qué decir ante ciertas personas, inseguridad, presentimientos, etc. - Trastorno de ansiedad con agorafobia, que es ese miedo a los lugares públicos, lugares abiertos, a las multitudes, temor a salir de casa, entrar en tiendas o grandes almacenes. - Neurosis obsesivo-compulsivos, que son esas ideas o pensamientos que irrumpen una y otra vez en la mente del individuo, de forma estereotipada. Recomendaciones Los tratamientos son diferentes según el trastorno de ansiedad de que se trate, aunque hay una serie de estrategias generales que van a ayudar sobre todo en situaciones de ansiedad generalizada. En todos los casos es aconsejable: - El entrenamiento en respiración lenta y la relajación progresiva. - Confeccionar una lista personal de situaciones que producen ansiedad. - Anotar posibles soluciones a cada una de ellas. - Practicar en nuestra imaginación la forma de enfrentarnos a dichas situaciones, siempre empezando por la que nos produce menos tensión e ir progresivamente ampliándola a situaciones más ansiosas y, por último, intentar practicarlas en la vida real. - Hay que intentar no tener miedo a lo desconocido, tener confianza, no intentar resolver los problemas antes de que aparezcan, evitar tener ideas preconcebidas y, sobre todo, hay que lograr no dejarse avasallar por los pensamientos pesimistas. Fuente: http://www.ladosis.com |
Nombre: Jean Gomez Silerio Edad: 24 Escolaridad: Licenciado en Psicologia Contacto: jeangomezsilerio@gmail.com |
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